En los tiempos de los egipcios, lo hacían con ramaje o paja, envolviendo a la novia en los pies y otras partes del cuerpo como señal de unión, luego sus anillos simbolizaban amor, el círculo significada el infinito y lo simbolizaban como el amor sin principio y sin fín que perduraba más allá de la muerte.
Los griegos siguieron la costumbre de usar aros e introdujeron la práctica de grabar en el interior los nombres de los contrayentes o la fecha del enlace.
Los romanos utilizaban los anillos como símbolo de la autoridad y poder e identificaba su linaje. Lo utilizaba para identificarse en las cartas y en cualquier acto oficial o de transacciones comerciales y se lo entregaban a su esposa el día de la boda como signo de confianza. La esposa sellaba objetos de la casa, para que, en caso de robo quedara sentado que pertenecía a la familia. Y con el anillo las mujeres se distinguían las casadas de las solteras y ya no podían ser cortejadas. Mas tarde en época ya cristiana, se introdujo la costumbre de usar aros.
En el siglo II de la era romana, el anillo se comienza a elaborar en oro, pero solo los más pudientes tenían derecho a llevarlo. Debía ser sencillo, ya que una vez que es aceptado por la iglesia católica como un elemento de fidelidad y compromiso entre los novios, debía despojársele de los elementos de vanidad y derroche.
En las culturas, con la hindú o la china, desarrollaron la costumbre de usar anillos de boda como símbolo del compromiso matrimonial.
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